La diversidad del español y un atlas con los vocablos más representativos de cada país – México
FITO PANIAGUA (LA REPÚBLICA.COM, ARGENTINA)
Cuenta la escritora española Rosa Montero que, durante el VI Congreso de la Lengua, que se realizó del 20 al 23 de octubre en Panamá, alguien le habló de «un verbo genial» que le había oído decir a un mexicano, para «expresar la acción de marcar con un pequeño signo las casillas de un formulario: palomear».
«Es una palabra ingeniosa y elocuente porque el pequeño trazo suele tener, en efecto, la silueta de un ave», opina Montero en una columna en El País. «He aquí una lengua vibrando de vida», señala (1).
Se dice que algo así como 500 millones hablan el español, que es el segundo idioma materno del planeta, después del mandarín, y que hay expertos que sostienen que, para el 2045, será la lengua mayoritaria…
«Para mí, la mayor riqueza del español no reside en su enorme implantación, sino en su diversidad, en sus muchas versiones y matices. En este mundo crispado, sectario y excluyente, emociona poder celebrar una lengua común llena de diferencias que no solo no desunen, sino que potencian. Palomeando se vuela hacia el futuro. Ser distintos nos hace más fuertes», reflexiona Montero.
Paloma es efectivamente en México el ‘signo manual similar a la V que se pone en cada uno de los diferentes apartados de un escrito para notar una selección o una revisión, así como para calificar como correcto un ejercicio, pregunta o tarea’, según define elDiccionario de americanismos, cuya edición digital fue presentada en el Congreso en Panamá (2).
Pero así como palomear es en México ‘poner en un escrito una paloma o signo gráfico’, en El Salvador es ‘realizar el coito’; en Nicaragua, ‘usar con frecuencia la misma ropa’ y en Panamá, ‘lavar la ropa a mano y rápidamente’.
En honor de esa diversidad del español de la que habla Montero, El País solicitó a 20 escritores del mundo hispanohablante, más Estados Unidos, un aporte para elaborar un atlas sonoro de las palabras más autóctonas del español. Ellos eligieron el vocablo que consideran que refleja mejor su país para que los internautas continúen con sus propuestas en el blog Papeles Perdidos (3).
Leer más… Cuenta la escritora española Rosa Montero que, durante el VI Congreso de la Lengua, que se realizó del 20 al 23 de octubre en Panamá, alguien le habló de «un verbo genial» que le había oído decir a un mexicano, para «expresar la acción de marcar con un pequeño signo las casillas de un formulario: palomear».
«Es una palabra ingeniosa y elocuente porque el pequeño trazo suele tener, en efecto, la silueta de un ave», opina Montero en una columna en El País. «He aquí una lengua vibrando de vida», señala (1).
Se dice que algo así como 500 millones hablan el español, que es el segundo idioma materno del planeta, después del mandarín, y que hay expertos que sostienen que, para el 2045, será la lengua mayoritaria…
«Para mí, la mayor riqueza del español no reside en su enorme implantación, sino en su diversidad, en sus muchas versiones y matices. En este mundo crispado, sectario y excluyente, emociona poder celebrar una lengua común llena de diferencias que no solo no desunen, sino que potencian. Palomeando se vuela hacia el futuro. Ser distintos nos hace más fuertes», reflexiona Montero.
Paloma es efectivamente en México el ‘signo manual similar a la V que se pone en cada uno de los diferentes apartados de un escrito para notar una selección o una revisión, así como para calificar como correcto un ejercicio, pregunta o tarea’, según define elDiccionario de americanismos, cuya edición digital fue presentada en el Congreso en Panamá (2).
Pero así como palomear es en México ‘poner en un escrito una paloma o signo gráfico’, en El Salvador es ‘realizar el coito’; en Nicaragua, ‘usar con frecuencia la misma ropa’ y en Panamá, ‘lavar la ropa a mano y rápidamente’.
En honor de esa diversidad del español de la que habla Montero, El País solicitó a 20 escritores del mundo hispanohablante, más Estados Unidos, un aporte para elaborar un atlas sonoro de las palabras más autóctonas del español. Ellos eligieron el vocablo que consideran que refleja mejor su país para que los internautas continúen con sus propuestas en el blog Papeles Perdidos (3).